martes, 16 de febrero de 2010

IRÁN Y LOS GUARDIANES DE LA REVOLUCIÓN

Cuando la comunidad internacional se encuentra enzarzada en dos conflictos bélicos tan cercanos a Irán, como son los de Afganistán y los de Irak, pareciera que lejos de poder darnos una tregua en la convulsa situación de la zona se estuviera fraguando un nuevo escenario de enfrentamiento. La política de la administración iraní centrada en sus ambiciones nucleares y marcada por una persecución bestial contra la oposición con una constante violación de los derechos humanos, está colocando a Irán en todas las quinielas de una nueva desestabilización en la zona. Hillary Clinton ya ha advertido de que Irán se está convirtiendo en una “dictadura militar” y que Estados Unidos no está dispuesto a consentir nuevos aventurerismos sátrapas que ponga en peligro la seguridad mundial. La censura a la prensa internacional está provocando que sean muy pocas las noticias que llegan del interior de Irán y parece ser que las que salen vienen ya mediatizadas por el Ministerio de Información Iraní. Muchos periodistas han tenido que abandonar el país y los líderes de la oposición se sienten cada vez más desprotegidos en su propio país. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debe ser el órgano encargado de supervisar, controlar, ordenar y señalar hasta dónde puede llegarse en los proyectos nucleares del gobierno iraní y Estados Unidos debe mantenerse alejada de pretensiones de intervención militar en Irán. Primero porque no está el horno para bollos con lo que tienen abierto en Irak y Afganistán, y segundo, porque Irán tiene que ser reconducida a las normas internacionales desde los ámbitos propicios para ello y no desde la amenaza de intervención militar. Lo que está claro es que los “Guardianes de la Revolución” ya han copado todos los niveles clave de la economía iraní y controlan directamente el programa nuclear impulsado por el gobierno. En muchos casos, la percepción de la oposición iraní es que el país está siendo gobernado realmente por estos guardianes que se rigen por una imposición militar y cuartelera de todos sus actos. Cuando un gobierno deja en manos de un grupo militarizado la aplicación de las políticas del país estamos delante de una dictadura encubierta o declarada. No se merecen los iraníes está situación y tendremos que presionar desde la comunidad internacional para que las cosas no vayan a peor.

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