LA CUENTA ATRÁS

Zapatero parece que ya tiene dos cosas claras, aunque en la más estricta intimidad, que marcarán el tempo político en este año. Por un lado, que él no será candidato del Partido Socialista a la presidencia del gobierno y, por otro, que adelantará la fecha de las elecciones generales, aunque aún no ha decidido si convocar en Mayo o en Octubre. Parece que la fecha más considerada por el gobierno es la de Octubre, ya que pueden presentarla prácticamente como un adelanto técnico, que permita al nuevo gobierno ordenar unos presupuestos propios. La verdad es que van a esperar a constatar de qué calibre es la caída en las municipales y autonómicas para tomar esa decisión. Si tuvieran un mínimo de responsabilidad las convocarían en Mayo, dando pié a que los cambios se produzcan cuanto antes en una situación caduca y extremadamente complicada para nuestra economía. Pero como no se trata de responsabilidad, sino de interés partidario, tendremos que aguantar tantísima ineptitud medio año más. Su equipo económico está esperando que se produzca algún milagro estadístico en los datos del paro y del crecimiento económico que les permita lanzar un hálito de esperanza al inevitable batacazo de los socialistas en las próximas elecciones. Pero al mismo tiempo son conscientes de que el crecimiento en nuestro país está bloqueado y permanecer durante mucho más tiempo en ese estado puede acarrear males mayores a los resultados de su partido. Sobre el candidato a la presidencia también se tiene claro que será Rubalcaba, quien ya ha empezado su campaña de promoción personal para el puesto y ha sido aceptado por los barones socialistas. De hecho está dirigiendo el país desde hace unos meses y en el partido ha asumido una función clave de recolocación de sus cargos públicos para pasar una travesía de secano al menos en los próximos cuatro años. Mientras, nuestro país sigue perdiendo enteros en el panorama europeo y mundial acechando el peligro del rescate de la Unión Europea y acercándose momentos duros para los desempleados y las políticas sociales. Las elecciones en Portugal el próximo fin de semana, también clarificarán en breve plazo si la Unión Europea decide la intervención directa en el vecino país, lo que nos dará más pistas sobre el siguiente movimiento con destino a España. Sea como fuere, Zapatero ya ha culminado su momento y sabe perfectamente que debería irse. Nos ha legado a los españoles un país prácticamente arruinado por no haber sabido introducir los cambios necesarios en el momento oportuno y por limitarse a mirar para otro lado cuando los indicadores decían que estábamos entrando en crisis. Su particular cuenta atrás ya ha comenzado y le quedan días. La duda es si serán 120 (lo que falta para las municipales y autonómicas) o 270 (que colocarían las elecciones en Octubre próximo. Ojalá tuviera un último gesto de honradez política y de responsabilidad con el país y convocara de inmediato las elecciones.