viernes, 3 de junio de 2011

PEPINO ELECTORAL

Con esto de defender la producción nacional de hortalizas, llevo comiendo pepinos toda la semana, y la verdad que además de cansar en mí caso se me repite y tengo que moderar el consumo. Como de lo que se trata es de comprarlos y no necesariamente de comérselos, continuaré comprando un kilo de pepinos en mi cesta semanal de la compra aunque sólo me coma un par de ellos. Es curioso que en cada ocasión que he consumido el “cucumis savitus”, alias el pepino, me he acordado de los alemanes, para ser más exacto del gobierno alemán. La excelencia de calidad en la producción almeriense y de otras zonas de Andalucía y España de nuestras hortalizas, no merecían el escarnio provocado en Alemania, creando una alarma social injustificada y que se ha demostrado, en pocos días, nada tenía que ver con el pepino. Pero me ha llenado de indignación el poco peso y autoridad que España tiene en la Unión Europea, ya que estoy más que seguro que esto a Francia o a Italia no se lo hacían. Y las explicaciones, por buscarle alguna lógica política, debemos buscarlas en los niveles de producción de los países centroeuropeos de frutas y hortalizas. España es de los países más competitivos en la producción y calidad de estos productos, y se dan determinadas campañas en otros países vecinos que se ven mediatizadas por la prioridad de demanda de los productos españoles. Como España se encuentra entre la espada y la pared del grupo de los PIGS (cerdos), sus datos económicos reflejan una debilidad extrema y su debilidad política es manifiesta, podemos aprovechar la coyuntura para darle un zarpazo a los productos agrícolas andaluces en beneficio de las producciones autóctonas de otros países productores europeos. Y aunque se han pasado tres pueblos, forma parte de las estrategias comerciales intentar hundir en la miseria a tu principal adversario en determinados productos en beneficio propio. Pero lo más grave, bajo mi punto de vista, ha sido el posicionamiento de nuestros políticos, siempre con tan bajo perfil. De un lado, Zapatero ni siquiera llamó de inmediato a Ángela Merkel, o a la Comisión Europea, y espero cuatro días para levantar el teléfono cuando todo estaba hecho. Rubalcaba que ahora anda ocupado en su campaña personal de promoción y Rajoy se han limitado a comer pepinos ante la televisión, para echarse en cara los unos a los otros el poco apoyo recibido y la mala gestión de la crisis por parte del gobierno. Nos encontramos en un nivel de indefensión y de baja estima de nuestro gobierno en todos los sentidos, que son motivo suficiente para continuar exigiendo la convocatoria de elecciones generales, por el bien de todos. Algunos se preguntarán qué tiene que ver esto con el pepino si la culpa ha sido de los alemanes. Pues muy sencillo, nuestro peso en el panorama internacional es cada vez menor, incluso en el marco de nuestros socios europeos, que aprovechándose de esa debilidad harán con nosotros lo que quieran.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La cagada ha sido hamburguesa. Las aguas fecales no eran nueeeeeeestras....