CHILE, SEGUNDA VUELTA.
La victoria con amplio margen del derechista Sebastián Piñera en la primera vuelta de la elección chilena lo dejó cerca de la presidencia aunque el oficialista Eduardo Frei, que salió muy maltrecho, tiene posibilidades para el vuelvo electoral si atiende el mensaje de renovación expresado en las urnas.
El empresario millonario Piñera, con 44% de votos, y el ex presidente Frei, con 29%, disputarán el 17 de enero la segunda vuelta en un escenario de revolución electoral en Chile ya que la derecha logró su primera victoria en urnas desde la de Jorge Alessandri hace 51 años.
Hay una percepción de que Bachelet se la debe jugar a fondo por Frei porque de eso depende que ella pueda mantener el liderazgo político en la Concertación y así tener opción de postularse a la reelección en 2014. Por lo pronto la derrota ha sido dura para la Concertación, cuyos líderes históricos desafiaron al dictador Pinochet.
Frei representa a la Concertación, una coalición de centro izquierda, que gobierna Chile desde que el dictador Augusto Pinochet abandonó el poder en 1990. La clave de esta segunda vuelta la tiene uno de los aspirantes derrotados, el independiente Marco Enríquez-Ominami (MEO), de 36 años, un disidente del oficialismo que logró seducir a un 20% del electorado con un mensaje de cambio. La noche del domingo electoral MEO dejó claro que no apoyará en la segunda vuelta ni a Piñera ni a Frei por considerarlos miembros de la vieja política. En esa circunstancia, ¿dónde irá ese 20%?. He podido leer un análisis del politólogo Mauricio Morales que señala que los votantes de MEO “van a tener un rol relevante. Se prevé que entre un 20 y un 25% de su votación vaya a las arcas de Piñera y entre un 50 y un 60% pase a Frei”.
Según ese análisis, en el mejor escenario Piñera llegaría a 49%, mientras que Frei alcanzaría 47%, sumando a su votación el 6% del comunista Jorge Arrate y la parte de MEO. Es decir, un escenario incierto. El votante de Enríquez está comprometido con el concepto de cambio, y ahora es Piñera quien está mejor habilitado para reclamar esa bandera del cambio.
Ha quedado claro que la derecha, pese a presentar un candidato moderado y moderno, no es capaz de atraer la mayoría del electorado. Piñera llega a la segunda vuelta con viento a favor pero su camino no está despejado. La pelea en segunda vuelta va a ser dura. Frei apostará a la polarización entre ricos y pobres, Estado y privatizaciones, entre víctimas y verdugos, etc. Pero nada garantiza que dicho mensaje vaya a dar un vuelco en las elecciones del 17 de Enero.
Paco Pineda. Responsable América Latina, Área Política Exterior de UPYD.
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