ELECCIONES EN BOLIVIA
El próximo domingo 6 de diciembre se celebran elecciones generales y presidenciales en la República de Bolivia. Por primera vez en la historia del país los bolivianos residentes en el exterior podrán ejercer su derecho a voto. En España, más de 100.000 bolivianos se han inscrito a tal fin, lo que supone un porcentaje importante del censo en el exterior, después de Argentina y Estados Unidos.
El actual Presidente del país, Evo Morales Ayma, parte como favorito para revalidar por cinco años su presidencia acompañado por el binomio de Álvaro García Linera como vicepresidente. Todo parece indicar que resultará vencedor en las presidenciales aunque la tensión permanece en relación a los resultados de la conformación de las cámaras de Congreso y Senado. En el Congreso se espera una mayoría suficiente para el partido de Evo, el Movimiento al Socialismo (MAS), pero no así en el Senado, donde en este periodo ha estado en minoría, lo que ha permitido a la oposición bloquear muchas de las propuestas del gobierno del MAS.
De los candidatos que pugnan a la elección presidencial, sólo se puede decir que no han sido capaces de armar una propuesta de oposición unificada, lo que ayudará a que el triunfo de Evo Morales sea contundente. Así, el ex prefecto de Cochabamba, Capitán Manfred Reyes Villa, encabeza la propuesta de segunda opción en preferencia de encuestas, acompañado como candidato a vicepresidente de Leopoldo Fernández, actualmente encarcelado por los asesinatos a indígenas en el departamento de Beni, de donde era prefecto. Esta opción se desligo de la posibilidad de presentar un frente común donde Víctor Hugo Cárdenas, ex vicepresidente del país, hubiera podido jugar un papel fundamental como alternativa real a Evo Morales.
Otras opciones resultan minoritarias, como la que encabeza el empresario Samuel Doria Medina y la presentada por el Alcalde de Potosí, René Joaquino, quienes no llegan al diez por ciento de intención de voto. El resto de candidaturas, hasta un total de ocho, no superan el 1% en todas las encuestas realizadas hasta el momento.
Evo Morales se perfila así como el siguiente Presidente de Bolivia, lo que le permitirá, según su programa, continuar con las propuestas de cambio iniciadas en 2006 y con su Plan Estratégico de Desarrollo: Por una Bolivia Digna y Soberana, para vivir bien.
Acusado de populismo y de entreguismo a las políticas en la región de Hugo Chávez y Cuba, lo cierto es que la gestión del gobierno de Morales ha tenido unos muy buenos resultados en líneas generales. Ha sido capaz de controlar el déficit público en época de crisis mundial y la inflación garantizando una estabilidad en los precios que ha permitido a la población boliviana mantener los niveles básicos de consumo. Ha puesto en marcha medidas de proteccionismo social totalmente abandonadas en los periodos anteriores en los campos de la salud y la educación, el sistema de protección a los mayores (renta dignidad) y sentado los pilares básicos para una nueva planificación económica en el país que tiene como destinatarios principales a las pequeñas y medianas empresas y a los micro emprendedores productivos.
Después de las dificultades iniciales con las empresas petroleras internacionales instaladas en el país con contratos desiguales, se ha normalizado la relación con las mismas, contando con un marco de seguridad jurídica básico que permita la explotación de sus recursos naturales, especialmente el gas, petróleo y minería.
Quizás el hecho más relevante de su gobierno hayan sido las políticas de inclusión, sobre todo aquellas relacionadas con la inclusión del mundo indígena en los derechos de los ciudadanos del país. Recuperar la dignidad y soberanía nacional, romper la dinámica de marginación a la que los indígenas se veían sometidos desde hace demasiado tiempo, conseguir la elevación de la autoestima del indígena en un país donde a pesar de ser mayoría se producían escenas de auténtico apartheid.
Bolivia decide sobre su futuro por cinco años, pero no cabe duda de que la proyección de este nuevo periodo presidencial será fundamental para marcar una línea definitiva de progreso en los próximos lustros. Siendo aún uno de los países más pobres del continente Bolivia ha iniciado un camino sin retorno al desarrollo.
Francisco Pineda Zamorano. Asesor Relaciones Internacionales y Cooperación.
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