domingo, 3 de enero de 2010

LA CRISIS HONDUREÑA

LA CRISIS HONDUREÑA.

Francisco Pineda Zamorano*

Dentro de tan sólo quince días se celebrarán elecciones democráticas en Honduras. Con ello parece muy posible quede cerrada la crisis en la que vive sumido el país centroamericano desde el mes de junio de este año, en que fue depuesto y sacado del país su Presidente Manuel Zelaya, quien aún se encuentra refugiado en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa.

Muchos han sido los esfuerzos de la comunidad internacional por restituirle el poder al Presidente Zelaya, desde la Organización de Estados Americanos, Estados Unidos, Naciones Unidas y también desde la Unión Europea; pero todas las gestiones hasta el momento han resultado inútiles.

Se consiguió paralizar la oleada de represión que puso en marcha Roberto Micheletti y que pudo costar un verdadero baño de sangre en Honduras de no haberse tenido en cuenta todas las presiones recibidas desde el exterior. Lo más probable, como así ha sido, es que en el centro de la negociación con los distintos representantes de la Comunidad Internacional siempre estuviera el alargar la solución al conflicto, de forma que se llegara a la convocatoria y celebración de las elecciones presidenciales en el país previstas para el próximo día 29 de Noviembre.

La realidad nos muestra que el depuesto Zelaya no retomará el poder y que la presidencia pasará directamente al próximo presidente electo. Podemos pensar que no es una mala solución, que puede servir para dar carpetazo al triste espectáculo democrático en Honduras, pero lo cierto es que deja abierta una puerta bastante peligrosa en un continente donde las democracias todavía están cogidas con alfileres. A modo de vacuna, la Organización de Estados Americanos se ha dado cuenta de ello y ha puesto en marcha una especie de Comité de Conflictos que garantice un seguimiento más estrecho de los avances democráticos en América Latina.

Desde Honduras se ha lanzado a los países vecinos y del sur el mensaje de que es posible sacar a un presidente de la cama, meterlo en un avión y enviarlo fuera del país, todo ello en pleno siglo XXI. Debemos esperar que no cundan el ejemplo.

Los candidatos con opciones a la Presidencia de Honduras en la elección del 29N son: Felícito Ávila, de la Democracia Cristiana, Elvin Santos del Partido Liberal, Bernard Martínez de Innovación y Unidad (PINU) , Porfirio Lobo Sosa del Partido Nacional y Cesar Ham de Unificación Democrática. Según la última encuesta realizada en el país por la prestigiosa empresa Gallup, el candidato del Partido Nacional, Porfirio Lobo Sosa resultaría electo Presidente de Honduras con 15 puntos de ventaja sobre el candidato del Partido Liberal, Elvin Santos, y muy por delante ambos del resto de candidatos.

Si estos resultados se confirmaran sería la primera vez en varias elecciones consecutivas en las que el Partido Nacional (derecha), consiguiera adelantarse al Partido Liberal. Este último ha sufrido todo el desgaste de la crisis política ocurrida en el país y parece que la preferencia de la población hondureña optará por aplicar mano dura para salir definitivamente de un callejón sin salida, apoyando a la oposición actual.

Sobre la validez y legitimidad de los comicios la Comunidad Internacional critica el escenario pero no le queda otra que aceptarlo porque, reitero, será la solución a la crisis. No conozco los pensamientos de los seguidores de Zelaya que, aunque han declarado en diversos medios su oposición a la celebración de las elecciones y han denunciado como farsa golpista la convocatoria de las mismas, no tendrán muchas opciones más si las elecciones se celebran con normalidad el domingo 29N.

Borrón y cuenta nueva. A pasar la página pero espero que no se olvide fácilmente a nivel internacional los seis meses de angustia y despropósito de la frágil democracia hondureña y el escaso éxito de la comunidad internacional.

*FRANCISCO PINEDA ZAMORANO.

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